El efecto placebo puede influir enormemente en la respuesta de una persona a un suplemento o medicamento. Las microdosis de drogas que alteran la mente se han utilizado durante mucho tiempo, pero no se han realizado muchos estudios sobre sus efectos. El año pasado se realizó un estudio experimental sobre microdosificación que dio lugar a acaloradas discusiones sobre el efecto placebo. En este blog, intentamos averiguar cuánta influencia tiene ahora el efecto placebo cuando se microdosifica.
¿Qué es el efecto placebo en la microdosificación?
Existen muchos suplementos en el mercado que puede utilizar para mejorar su salud. Las microdosis de psilocibina han ido ganando popularidad en los últimos años, ya que también se trata de una droga natural que puede tener efectos positivos sobre el cuerpo y la mente. Consiste en tomar una cantidad minúscula de una droga psicodélica, como setas mágicas o trufas. Esto podría ayudar con síntomas como la depresión, el TEPT, la falta de energía, la dificultad para concentrarse, etc.
La cuestión es que las personas que tienen problemas de salud suelen buscar primero en Internet información sobre un suplemento. Si ya has leído muchas historias positivas sobre una droga, como la microdosificación, esto puede crear expectativas poderosas y positivas. En consecuencia, puede producirse un efecto placebo con la microdosificación. Su actitud puede afectar al efecto del medicamento.
Investigación sobre el efecto placebo
En abril de este año, Vince Polito (investigador principal de la Facultad de Ciencias Psicológicas de la Universidad Macquarie de Sidney, Australia) publicó un análisis de 44 estudios. El objetivo era averiguar cuál era ahora la influencia del efecto placebo en la microdosificación. Las encuestas se realizaron entre 1950 y 2021. Algunos estudios consistían en entrevistas con microdosificadores, había cuestionarios rellenados por personas que estaban microdosificando, estudios observacionales (que seguían las experiencias de los microdosificadores en un entorno normal) y estudios de laboratorio. Se investigaron los efectos de las microdosis en un entorno controlado.
Polito, junto con su colega Paul Liknaitzky, estudió los distintos estudios. Descubrieron que la calidad variaba considerablemente. Los estudios en los que las propias personas informaron de los efectos de la microdosificación encontraron una gama más amplia de beneficios que los estudios controlados realizados en un laboratorio. Sin embargo, también hallaron algunos efectos de los que se informaba sistemáticamente tanto en los estudios de laboratorio como en los de autoinforme. Los efectos más evidentes fueron un cambio en la percepción, un aumento de la tolerancia al dolor y cambios leves en la conciencia.
Diferentes resultados de diferentes estudios
Lo sorprendente fue que también aparecieron algunos efectos en los autoinformes, que no se encontraron en los estudios de laboratorio. Se trataba de mejoras en la salud mental, cambios en la personalidad y el bienestar, disminución del abuso de sustancias y un mayor sentido de pertenencia. También se observaron mejoras en la atención, por ejemplo, en la ingesta de información y en el vagabundeo mental. Todos ellos son ejemplos que deberían incluirse en estudios posteriores.
También hay algunos factores mencionados en las encuestas de autoinforme que se incluyeron en los estudios de laboratorio pero que no se confirmaron allí. Entre ellos se incluyen la mejora del estado de ánimo, el aumento de la energía y los cambios en la cognición. Quizás la microdosificación no afecte a esto. Pero lo que llama la atención en la investigación sobre microdosificación es que muchos de estos estudios se centran en estudiar los efectos de una sola dosis o de una pequeña cantidad de dosis. Y eso que muchos microdosificadores que rellenan ellos mismos los cuestionarios llevan meses microdosificándose y, por tanto, miran hacia atrás durante un periodo más largo. Por esta razón, es difícil sacar una conclusión sobre estos factores.
Cómo interpretar los datos: ¿efecto placebo?
Desde que se terminó el estudio de Polito y Liknaitzky, ya se habían realizado siete nuevos estudios. La mayoría de ellas fueron organizadas por profesionales y se llevaron a cabo en un entorno controlado. En su mayor parte, no se encontraron efectos potentes de la microdosificación. Incluso resultó que en varios estudios, cuando los participantes tenían que adivinar lo que se les había administrado (placebo o microdosis), su opinión influía más en los resultados que la propia sustancia. Como resultado, algunos investigadores creen que los efectos microdosificación es causada principalmente por el efecto placebo.
Podría ser el caso. Las expectativas de los microdosificadores pueden influir mucho en los efectos del fármaco. Pero por todas las historias que se pueden leer sobre microdosis con setas mágicas, trufas u otras sustancias que alteran la mente, parece que ha ayudado enormemente a la gente a conseguir sus objetivos. Metas que llevaban años intentando alcanzar en vano y que ahora, gracias a microdosis de psilocibina o LSD, por fin han conseguido. Piense en dejar de fumar, dejar de pensar negativamente sobre sí mismo o perder peso. A veces, la microdosificación es la última esperanza después de que todos los demás métodos hayan fracasado. Muchos microdosificadores también están enormemente motivados.
Conclusión: ¿efecto placebo o no?
En cualquier caso, es demasiado pronto para calificar la microdosificación de mero efecto placebo. En primer lugar, porque muchos estudios se centran únicamente en los efectos a corto plazo. Por supuesto, es muy posible que los efectos de la microdosificación sólo sean perceptibles tras un periodo de tiempo más largo. Además, aún no se han realizado estudios clínicos sobre microdosificación. Hasta ahora, todos los estudios se han realizado en participantes sanos y no en personas con determinadas afecciones.
Una buena investigación implica mucho. Las pruebas de laboratorio son caras, pero pueden dar resultados fiables. Cuando son los propios encuestados quienes rellenan los cuestionarios, la fiabilidad es difícil de determinar. Sin embargo, tampoco podemos ignorar las numerosas experiencias entusiastas que la gente tiene con la microdosificación. En un estudio, por ejemplo, el 50% de los encuestados afirmaron que podían dejar de tomar la medicación habitual tras empezar a tomar microdosis. Todas estas experiencias no pueden ocultarse bajo la alfombra con la conclusión de que se trata de un efecto placebo. Se necesita más investigación y, afortunadamente, los científicos ya están haciendo mucha.
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