No te conviertes en chamán de la noche a la mañana. Es una vocación y para ello te elige otro chamán, seguido de un duro entrenamiento. El chamán es el líder espiritual de una tribu o pueblo. Estos hombres y mujeres se encargan de curar a la gente y mantener la conexión con los espíritus.

El chamanismo tiene miles de años. También es posiblemente el movimiento espiritual más antiguo, del que han surgido todas las demás religiones. Se encuentra en todo el planeta, desde Sudamérica hasta China. No se llama chamanismo en todas partes, que no es más que un término que engloba todas las formas de esta religión de la naturaleza. Lo sorprendente, sin embargo, es que en cualquier parte del mundo donde se estudie a los chamanes, éstos utilizan los mismos atributos y describen las mismas experiencias en todas partes.

Los chamanes también realizan rituales. Pueden servir para celebrar, por ejemplo, el paso de una estación (primavera, verano, otoño, invierno) o una muerte o nacimiento. Los rituales son muy importantes, marcan los cambios en la vida y nos permiten reflexionar sobre ellos conscientemente. De todos modos, los pueblos de la naturaleza viven más cerca de ella. Sin embargo, la tarea del chamán es garantizar que los humanos vivan en equilibrio con la naturaleza y los dioses y diosas en la medida de lo posible. Está en estrecho contacto con ellos. Actúa como mensajero, por así decirlo, entre los mundos. También intenta ayudar y curar a la gente.